sábado, 12 de agosto de 2017

LOS PETROGLIFOS DE PUSHARO: ¿OTRA PUERTA DIMENSIONAL?

En la zona de Pusharo, muy cerca del río Palotoa (región Madre de Dios) se encuentra un muro de roca grabado con extraños petroglifos, hechos al parecer por una cultura desparecida hace cientos de años. La primera vez que se tuvo noticias del muro de Pusharo fue en 1909, según cuentan los nativos del lugar, un cauchero que realizaba una "correría de indios" (“Los machiguengas”, Cenitagoya, 1943:138-140) para esclavizarlos en la extracción del caucho, encontró los grabados pero, no le dio mayor importancia.



Años después, los exploradores que llegaron al lugar atraídos por la curiosidad, afirmarían que los misteriosos petroglífos en el muro de roca, estarían relacionados con la ubicación de la legendaria ciudad inca del Paitíti. Muchos aventureros, buscadores de tesoros y seguidores de la corriente esotérica y mística, están convencidos que los petroglifos son una pista que les permitiría encontrar la ciudad perdida del amazonas y sus tesoros.




El descubrimiento
Los primeros datos acerca de los petroglífos de Pusharo, al parecer fueron proporcionados por un cauchero, quien los describió como letras góticas grabadas en la roca. Doce años más tarde, el 14 de agosto del 1921, el misionero dominico Vicente de Cenitagoya, acompañado por dos frailes y tres guías machiguengas, viajarían por la espesura de la selva desde la misión dominica ubicada en la boca del río Manu (región Madre de Dios) hasta la zona de Pusharo. El fraile Vicente Cenitagoya, notó la real importancia del hallazgo y sería él quien hizo las primeras copias de los dibujos grabados en el muro y dio la ubicación exacta del lugar.

Extraños relatos nativos
Los petroglifos están grabados en tres paredes separadas por unos metros de vegetación. Los indígenas adultos afirman que cuando ellos visitaban los petroglífos con sus padres, veían dibujos que ahora están, inundados por el río. Afirman que “ahí por la noche se escuchan voces”. Otro testimonio de los machiguengas es que “al otro lado de los dibujos hay ruidos y gritos, nos da miedo”.



Existe un sorprendente relato, el cual se transmite desde hace décadas y de forma oral entre los nativos, donde se afirma que, “una mano emergió del muro de Pusharo y jaló a un machiguenga hacia adentro, sin que sus amigos pudieran evitarlo. Asustados escucharon los gritos del nativo dentro de la roca, hasta desaparecer ”. El perturbador relato nos hace reflexionar y preguntarnos, ¿Será el muro de Pusharo una puerta dimensional?


Las teorías
¿Qué cultura realizó está obra y cuál es su significado?
El explorador que más veces ha visitado los petroglifos de Pusharo fue Gregory Deyermenjian, para él, los dibujos representarían las visiones de los chamánes amazónicos de la antigüedad, por tanto el significado de los petroglifos es solo místico-religioso.


Gregory Deyermenjian en Pusharo.

Para el sacerdote Juan Carlos Polentini, los tallados en la roca no tienen nada que ver con la ubicación de la ciudad Paititi. El padre Polentini recopiló en la selva de Madre de Dios, mucha información y tradiciones orales por más de 40 años, lo que le sirivió para escribir un libro titulado; EL “Paititi-El Padre Otorongo”.

Para Thierry Jamin. Explorador francés, es el autor del único libro dedicado por entero a los petroglifos de Pusharo titulado, “Pusharo, la memoria recobrada de los incas”. Para él, la roca con petroglifos sería una especie de mapa memoria que dejaron los incas para la localización de la ciudad sagrada de Paititi.


Therry Jamin en Pusharo.

Acerca que las afirmaciones del explorador Jamin, quien basa sus suposiciones en otras poco sustentables, dichas con demasiada interpretación personal o fantasía. Es cierto que existen semejanzas de algunos grabados con los tocapus incas y otros símbolos pero, sin ser nada concluyentes. Los petroglifos de Pusharo necesita de una investigación seria para hallar su significado y para qué fueron hechos.

A pesar de que el sitio de Pusharo es conocido oficialmente desde 1921, recién fue reconocido en el año 2003 como patrimonio arqueológico por el Instituto Nacional de Cultura del Perú.





Una cosa es segura; los petroglífos de Pusharo no fueron grabados en el mural de roca por casualidad. Una cultura aun desconocida los dejó allí con por algún motivo que debemos descubrir. Como dato puedo agregar que algunas figuras coíndicen con tallados hechos en la FORTALEZA DE KUELAP (Región Amazonas)

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