jueves, 14 de junio de 2012

Machu Picchu en fotografías Cusco / Perú


Machu Picchu (Montaña Vieja en idioma quechua) es el nombre que lleva la monumental ciudadela de piedra construida a mediados del siglo XV en un promontorio en la vertiente Oriental de los Andes, en el Cusco, al sur del Perú.


Según los arqueólogos Machu Picchu fue construida en el XVI, por orden del inca Pachacutec (primer emperador inca, 1438-1470). Sin embargo, algunas de sus mejores construcciones demostrarían que fue usada como santuario religioso. Ambos usos, el de palacio y santuario, no habrían sido incompatibles.

Machu Picchu es considerada al mismo tiempo una obra maestra de la arquitectura e ingeniería. Sus peculiares características arquitectónicas y paisajísticas, y el velo de misterio que ha tejido a su alrededor buena parte de la literatura publicada sobre el sitio, lo han convertido en uno de los destinos turísticos más populares del planeta.

Desde 1983 la ciudadela inca está considerada por la Unesco como Patrimonio de la humanidad. El 7 de julio de 2007, Machu Picchu fue declarada como una de las Nuevas Maravillas del Mundo.


Las fotografías mostradas en este blog pueden ser publicadas citando la fuente y el crédito del fotógrafo.
The photographies exposed in this blog can be published mentioning the source(fountain) and the photographer.

viernes, 15 de julio de 2011

Las Catacumbas de San Francisco (Lima)

“Visitante, si posees un corazón valiente y estás dispuesto a recorrer este cementerio subterráneo, tendrás que bajar por unas escaleras de mármol hasta un sótano, atravesar una pequeña puerta que da acceso a un corredor de ladrillos unidos con cal y canto, piso de tierra, techo bajo y donde el aire que se respira es húmedo y viejo. Una luz mortecina y triste que deja muchos ángulos de las galerías en penumbras, te dará la bienvenida, pero no sientas temor, fue dispuesto así con la clara intención de no molestar a quienes moran desde hace siglos en este lugar; gira a la izquierda y continúa avanzando, pero no abandones el camino…”





Las Catacumbas en la Iglesia-convento de San Francisco son consideradas como un importante patrimonio histórico y un atractivo turístico muy concurrido en la ciudad de Lima. La orden franciscana que junto con los conquistadores españoles llegaron al continente en el siglo XVI, fundaron en la ciudad de los reyes la primera capilla de su orden (1546), la cual, con el paso de los siglo sería mejorada (1657) hasta recibir el título de Basílica Menor en el año de 1963.

El Convento en su interior tiene muchos atractivos: Una cúpula de diseño Mudéjar (estilo hispano-musulmán del XII-XVI), una biblioteca con aproximadamente 25 tomos del siglo XV, claustros, sala de coro, sala de exposición, jardines, patios rodeados de arquerías, muros recubiertos con azulejos sevillanos y sus misteriosas Catacumbas.


Las Catacumbas (del griego kata=abajo y tumbos=tumbas ) eran galerías subterráneas donde antiguamente los primeros cristianos rendian en secreto culto al único Dios y donde además, eran sepultados al finalizar su vida terrenal. Siglos después se construirían galerías subterráneas bajo las iglesias de toda Europa con la intención de sepultar a los devotos, cleros y protectores de la religión en suelo consagrado.


A la par que las distintas congregaciones religiosas llegadas al Nuevo Mundo construían iglesias y templos, también se excavaron debajo de ellas catacumbas; en el caso de la Iglesia de San Francisco, sus catacumbas o cementerio colonial subterráneo, albergó aproximadamente unos 25 mil cadáveres, contenidos en fosas comunes, criptas, tumbas y urnas. Mucha de esta osamenta (cráneos, tibias y humeros) se encuentra expuestos, ordenados y apilados en los túneles creando un ambiente sombrío, tétrico y con  manifestaciones sobrenaturales.


En el siglo XIX , gobernantes y clero ordenaron cerrar las galerías y decretaron que los cuerpos fueran enterrados en un lugar distante la ciudad, para evitar se produjera una epidemia. Algunas de estas galerías se encuentran selladas, según dicen por derrumbes a causa de los terremotos que remecieron la ciudad, otros sin embargo, afirman que son túneles que facilitan la entrada y salida del convento de San Francisco hacia Palacio de Gobierno y la estación del trenes de Desamparados.


Plazuela de San Francisco (Esq. de Ancash y Lampa, Lima-Perú)
Horario de atención:
De Lunes a Domingo de 9.30 a.m. a 5.30 p.m.
Público en general S/. 5.00 soles.
Estudiantes: S/. 2.50 soles
Niños: S/. 1.00 sol

domingo, 22 de agosto de 2010

Escalada al Volcán Misti-Arequipa




"Nuestras glorias y nuestras tristezas dejan de ser importantes. Aquello que conquistamos o perdemos queda abajo. Desde lo alto de la montaña, tú ves cómo el mundo es grande y los horizontes, anchos".
La Quinta Montaña, de Pablo Coelho.

Si alguien, alguna vez, me hubieran preguntado si escalaría el volcán Misti, en Arequipa, simplemente habría respondido que sería sólo en mis sueños.
Pero el destino, impredecible como siempre, se encargaría de darme la oportunidad de hacer tremenda hazaña en mi viaje de vacaciones a esta bella ciudad.

La idea de realizar esta aventura comenzó a dar vueltas en mi cabeza desde el momento que observé que las agencias de turismo ofrecían este servicio a los visitantes. Durante días busqué la mejor y más segura oferta para realizar la escalada al volcán tutelar de esta ciudad. Confirmé la salida y listo el equipo fui a mi hotel a descansar para salir temprano por la mañana y realizar la prueba de esfuerzo físico y metal que ningún capitalino pudiera imaginar.

El ascenso al volcán comienza a los 3,200 msnm., una camioneta nos llevó hasta la Reserva de Salinas y Aguda Blanca cerca al pueblo de Chiguata. Cargando una mochila con el equipo y las provisiones que hacen un total de 14 kilos iniciamos el recorrido, doce montañistas acompañados de tres guías.

La meta en esta primera parte del ascenso es llegar hasta el nido de águila, un campamento base a los 4600 m.s.n.m., hasta allí la caminata tiene una duración aproximada de 6 horas cuesta arriba, con un sol ardiente sobre las cabezas, por un sendero duro, rocoso y en algunas partes muy polvoriento, donde crece el ichu y otros arbustos de aspecto triste y espinoso.

Agotado por el extremo calor del mediodía, el peso de la mochila, lo duro de la cuesta, con sed y músculos adoloridos llegamos al campamento base aproximadamente las 5 de la tarde. Nos preparamos para pasar la noche en este "balcón", desde el cual la ciudad de Arequipa se aprecia en toda su extensión. El frió (5 bajo cero) y el viento nos hacían temblar, así que nos vestimos con la ropa térmica, mientras los guías preparaban la cena (tallarín y mate caliente).

Al promediar las 7 de la noche, y luego de cenar nos ordenaron ir a dormir. Dentro de las tiendas el menor esfuerzo te acelera el pulso y la respiración por lo reducido del espacio. ¡Todos a levantarse!, gritó Aldo, uno de los guías, "los que tengan dolor de cabeza o nauseas, se quedan! 3 a.m. provistos de linternas iniciamos el último tramo del ascenso que tardaría 6 a 7 horas, por una zona rocosa, donde algunos de nuestros compañeros fueron vencidos por el cansancio, el frío y la altura.

Luego de tres horas de escalar camino al cráter del volcán, y bajo los rayo de un sol que alumbra pero no calienta, el cansancio se siente en el cuerpo, la baja temperatura hace que el agua se congele, haciendo necesario golpear las botellas contra la roca para licuarla y beberla lentamente, entibiándola en la boca antes de pasarla, las barras de chocolate necesarias para energizarte y contrarrestar el frío se congelan, volviéndose duras como tabillas de madera.

Tras seis horas de caminata, soportando frío y cansancio, llegamos hasta la cumbre, Teodoro el guía de vanguardia, dio el aviso gritando, "Muchachos coronamos el Misti, pueden abrazarse, gritar y llorar si quieren", me sentí emocionado, el dolor que sentía en el cuerpo desapareció, miraba a mi alrededor, llegamos seis, todos sonreían nerviosamente; nunca había subido a un lugar tan alto, la ciudad casi había desaparecido de mi vista bajo las nubes, a los lados, el volcán Chachani y Pichi Pichu nos saludan, reconociendo nuestro esfuerzo.

La cruz de hierro sobre la cima del Misti está cubierta de nieve, el cárter del volcán, esta caliente y en su interior, se puede apreciar como los vapores salen de entre una masa de color verde amarillo, mostrando su actividad. Por espacio de media hora recorrimos la cima, fotografiamos, filmamos el cráter y su interior. Algo recuperados del cansancio, iniciamos el descenso por una ladera muy empinada de suelo suave y resbaladizo, compuesto por grava y ceniza que hacia nuestro descenso muy rápido, pero riesgoso a la vez porque si pierdes el equilibrio acabarías rodando sin control hasta el final de la ladera, molido por las piedras que se encuentran escondidas bajo la ceniza.

Acompañados de nuestro guía, regresamos al campamento base para reagruparnos con los compañeros que no pudieron llegar hasta la cima, recogimos nuestras mochilas y emprendimos el camino de regreso, sonrientes y satisfechos con la experiencia. En la base del volcán, en la reserva de Salinas y Aguada Blanca, punto de inicio de nuestro ascenso, la movilidad estaba lista para llevarnos de regreso a la ciudad, con abrazos, intercambiando correos y números telefónicos, nos despedimos de nuestros compañeros con la promesa de volver algún día y escalar nuevamente el apu tutelar de esta bella ciudad llamada Arequipa.